Enfermedades inoportunas

No hay una p…. más grande para un becario Demeter que tener que estar encerrado en casa durante la Semana Santa, toda la Semana Santa, durante los 5 días festivos. Yo ya me lo temía el martes antes de las vacaciones cuando noté un bulto debajo de la mandíbula. Se lo hice notar a mi padre que enseguida me dijo, “huy huy, a ver si no has pillado paperas”. Y me siguió contando que él también las pasó a mi edad, 24-25 años y bla bla bla…

Al día siguiente, miércoles, no vine a “trabajar”, y es que ya tenía la cara bastante hinchada. Nada más cruzar la puerta de la consulta del médico, antes de decir “hola” me dijo sin dudas paperas. Antiinflamatorios y pa’casita.

Me tocó el premio gordo; encerrado en casa desde el miércoles hasta el lunes de pascua, aislado de personas menores de 40. Para el domingo (de Resurrección) ya estaba bastante bien y el lunes ya salí a dar una vuelta aunque ahora sé que no lo debería haber hecho. Menos mal que el médico me recomendó que me quedara en casa sin ir a “trabajar” el resto de la semana por temas de contagio. Así que tuve mi Semana Santa ortodoxa; sí, sí, los ortodoxos celebraron la semana siguiente. Como mi amiga estonia que está trabajando en Chipre. Ella no es ortodoxa pero la religión oficial de allí lo es.

En fin, ya me he recuperado y he vuelto otra vez a NTS, a priori sin posibilidad de contagiar a mis compañeros. Si los contagié fue antes de Semana Santa, jejeje. Lo gracioso es que el periodo de incubación de las paperas es de hasta tres semanas (antes de que aparezcan los primeros síntomas) por lo que todavía no se sabe. Espero que nadie caiga.

El próximo catarro lo voy a pillar “gracias” al aire acondicionado de la oficina.

Hasta la vista.

PS: felicidades a Haritz por su reciente incorporación